sábado, 31 de julio de 2010

"The Burning Plain": El FUEGO de Guillermo Arriaga


El viernes pasado se estrenó la película "The Burning Plain", una película que ya esperaba con muchas expectativas no sólo porque marcaba el debut como director del guionista Guillermo Arriaga, sino porque también reunía un elenco de impresionantes actores y porque el título me generaba una curiosidad muy particular al ser una traducción literal de la obra de Juan Rulfo "El llano en llamas" aunque cabe mencionar que la película no tiene relación alguna con la obra de Juan Rulfo, y supongo (porque no tengo la certeza para afirmarlo) que se le dio este título como una especie de homenaje al escritor mexicano, aunque claro, nuestros traductores decidieron ponerle simplemente Fuego, que la verdad no es un título muy interesante que digamos y sí bastante abstracto para una película como la que resultó ser The Burning Plain.

La historia de esta película entrelaza, como es costumbre en los guiones de Arriaga, diferentes historias a través de un eje central. Esta vez con diferencia a sus guiones anteriores en el que la historia giraba en torno a un accidente, el eje central es un personaje.

La película a grandes rasgos- para que a los que no la hayan visto, no se las arruine- nos retrata la historia de Sylvia (Charlize Theron) y cómo la visita de un extraño (José María Yazpik) la enfrentará con su pasado, el cual es bastante tormentoso y es el pretexto perfecto para entrelazar su historia con la de una niña que vive felizmente con su padre hasta que un accidente le cambia la vida; y el de un ama de casa que le es infiel a su esposo en un trailer en medio de la nada. (Obviamente la historia es más compleja de lo que mi sinopsis plantea).

Con esta historia, Guillermo Arriaga logra una vez más aterrizar en la pantalla una historia sublime en la que los protagonistas no son los personajes sino sus emociones, lo que genera una historia universal con la que cualquier persona se puede identificar pues a final de cuentas lo que nos vuelve a todos iguales como humanos son las emociones.

Si bien es cierto que la estructura de la película, que no es lineal sino que a lo largo de la proyección se nos van dando pistas sobre las diferentes historias recuerda fuertemente el estilo de Alejandro González Iñárritu (director del que Arriaga fue guionista) y la puede volver hasta cierto punto previsible y cinematográficamente poco propositiva, todos estos "desaciertos" se vuelven irrelevantes gracias a que el resto de los aspectos que la conforman la convierten en una película dinámica y emocionante de principio a fin.

Es un hecho que estando Arriaga detrás de la película lo más imponente de ésta sea el guión, debido a que maneja de manera muy inteligente el misterio y el drama a través de una narración fluida que logra despertar el interés del espectador desde el primer momento.

Además del guión, otro de los puntos destacables de esta película son las actuaciones y no es para menos teniendo en su reparto a Charlize Theron, Kim Basinger y José María Yazpik, entre otros grandes actores. Sin embargo, son las interpretaciones de los actores que dan vida a los personajes secundarios las que me dejaron sorprendido, ya que se trata de jóvenes actores -muchos de los cuales tenían su debut actoral en cine con esta oportunidad- que se dan, como coloquialmente se dice, un quién vive con los monstruos de la actuación que mencioné antes. Especialmente me sorprendió la actuación de Jennifer Lawrence, por el gran manejo que tiene de las emociones y su altísimo nivel de expresividad.

En conclusión "The Burning Plain" es una película con actuaciones impecables que debido a su estructura "de rompecabezas" mantendrá a la audiencia en la expectativa de saber de qué manera se acomodan las piezas para poder obtener la panorámica de toda la historia. Personalmente les recomiendo la película, porque aunque puede resultar previsible en ciertos momentos, es una película con mucha profundidad, que invita a la reflexión pero que sobretodo provoca emociones.

Saludos...

A.

domingo, 25 de julio de 2010

Sitcoms Mexicanas: El fracaso Televisa y el fenómeno Canal 11


Hace alrededor de 3 años Televisa anunció el estreno de una barra de series "hechas" en México cuyo distintivo sería un contenido 100% original. La propuesta buscaba seguir el formato de las exitosísimas sitcoms gringas estilo Friends, Sex&the city -por nombrar algunas- pero con historias nuevas. El proyecto se oía interesante pero viniendo de Televisa, sabíamos lo que debíamos esperar.
Mi desconfianza fue confirmada por los churrazos "S.O.S: Sexo y otros secretos" y "El Pantera", que si bien esta última tenía una premisa interesante al ser la historia de un héroe mexicano, la realización dejó mucho que desear (y eso que se veía que le invirtieron su buen dinerito); "S.O.S" fue una mezcla chaquetísima de Sex&the city y Desperate Housewives. "El Pantera" logró colocarse en el gusto del público y si no estoy mal informado, me parece que ya va en su 3ra temporada; la otra murió sin pena ni gloria en la segunda. Del resto de las series que conformaban la barra ni hablar, sólo basta decir que una contaba el día a día de la vida de Adal Ramones para que entiendan la razón de mi silencio.
A pesar de mi apatía hacia las series "hechas en casa"-como solía promocionarlas Televisa- y que muchas de ellas no obtuvieron el éxito esperado, gente dedicada al cine se empezó a involucrar en los proyectos y estos comenzaron a tener una calidad pocas veces vista en Televisa y la televisión mexicana en general.
Fue así como llegaron a la pantalla series con guiones inteligentes, actuaciones destacables y una producción con nivel de importación. Algunas de éstas a pesar de contar historias originales y poco comunes no tuvieron el éxito esperado y sólo lograron vivir una temporada, como es el caso de "Terminales", serie protagonizada por Ana Clauida Talancón y el ex RBD Alfonso Herrera; y que contaba la historia de dos enfermos terminales que se enamoran. Otras de las series lograron contar con el respaldo del público y aún continúan al aire, como "Los Simuladores" una coproducción de Televisa y Sony Entretainment Television, acerca de un grupo de personas que mediante operativos de simulacros sofisticados resuelven problemas comunes a la gente, y que actualmente va por su tercera temporada.

Justo cuando Televisa acaparaba el mercado de las series en México, Canal Once salió al quite y presentó sus propias series. Las series que presentó Canal Once resultaron ser muy exitosas y rápidamente le dieron la vuelta a las creadas en Televisa (tomando en cuenta los niveles de audiencia que normalmente manejan estos canales).
¿Por qué se dio este fenómeno? Desde mi punto de vista, el éxito de las series de Canal Once se debe a que plantean premisas muy simples pero presentadas de una forma compleja que logra que diferentes tipos de audiencias se sientan atraídas por sus propuestas.
A lo que me refiero con la afirmación anterior es a lo siguiente: las contenidos que presentan las historias son tan comunes que logran generar una identificación muy fuerte con el espectador. Esto lo han logrado a través del retrato de situaciones cotidianas que involucran personajes reales -no hay buenos ni malos, sólo humanos con virtudes y defectos- que hablan con un lenguaje existente (sí, en estas series se dice wey, pendejo y chingas a tu madre, sin que nadie se espante). Cosa que no sucede en las series de Televisa (y dudo mucho que llegue a suceder en el futuro próximo).
La complejidad de la series se presenta a la hora de la realización. La producción de éstas se hace por parte de productoras que normalmente se dedican al cine, como Canana -la productora de Gael García y Diego Luna-, con la gente comprometida, apasionada y talentosa del cine, teatro y televisión; haciendo que estas series tengan una calidad de primer nivel y no se queden en "un buen intento" como la mayoría de las de Televisa.
Dentro de la primera "camada" de series que estrenó el Once, están "XY" que aborda la vida de los trabajadores de la redacción de la revista XY quienes intentan hacer de ésta la revista más leída del país; "Bienes Raíces" que retrata el universo femenino a través de dos amigas completamente distintas y que deciden abrir una oficina de bienes raíces donde venden y rentan todo tipo de espacios; y "Soy tu fan", que es la adaptación de la serie argentina del mismo nombre y que cuenta la historia de amor entre Charly y Nicolás.

Honestamente creo que las series del Once están muy por encima de las que ha presentado Televisa, aun cuando no cuentan con el presupuesto de la televisora amarilla; y no le piden nada a ninguna serie gringa. Y como mencioné anteriormente el éxito de éstas está en que abordan temas actuales de una manera real y con una producción impecable en todos los aspectos: guión, dirección, actuaciones, fotografía... Con esto el Once demuestra que en México sí se pueden generar contenidos inteligentes y con calidad, a pesar de los bajos presupuestos. Es momento de apoyar el verdadero talento mexicano, ese que hace cosas bien hechas porque está consciente que el espectador no está pendejo y que necesita contenidos inteligentes.
En verdad les recomiendo las series del Once, no se arrepentirán. Hasta la próxima...

A.

domingo, 11 de julio de 2010

Del odio al amor... sólo hay un gol!!!



El mundial de Sudáfrica 2010 llegó a su fin. Para los españoles será un mundial que llevarán en su memoria por el resto de su historia... para mí también y no porque sea un mexicano wannabe español (como muchos en estos momentos) sino porque con este mundial el fútbol logró enamorarme perdidamente.
Odié el fútbol prácticamente 23 años de mi vida, lo cual no habría sido problema sino hubiera sido porque nací en una familia en la que como comercial promocional del mundial se vivía por, para y del fútbol. No había día en mi casa en la que no se sintonizara un partido de fútbol, daba lo mismo si era la liga mexicana, española o japonesa; al menos uno de los televisores de tenía que sintonizar un partido de fútbol. Invariablemente todas las conversaciones entre mis papás y mi hermano terminaban en comentarios, discusiones o narraciones de algún encuentro pambolero. Eso sin contar que mi hermano jugo añísimos y de ley los fines de semana tenía que ir a verlo jugar. Así que ya se imaginarán que para mí, cada 4 años era una tortura... el mundial, literal, se instalaba en mi casa y con mi poco amor por el deporte del balonpie pues no se podía decir que pasaba el mejor momento.
Todo eso cambió el 11 de junio de 2010. México jugaba el partido inaugural contra Sudáfrica. En mi trabajo nos reunimos para verlo en una cafetería. Toda la gente portaba orgullosamente la camiseta de la selección nacional. El primer gol fue en nuestra portería. La gente empezó a mentar madres, desilusionarse y desconfiar en la selección. Yo me divertía viendo la reacción de la gente, no entendía que sintieran tanta pasión por algo así. Y entonces llegó San Rafita Márquez y GOL! Empatamos y me emocioné. No lo podía creer, estaba emocionado por un partido de fútbol y además por un partido mediocre (según los comentaristas y algunos aficionados).
Después de esa emoción inexplicable pero agradable, decidí prepararme para el siguiente enfrentamiento de México. El partido parecía difícil ya que enfrentaríamos a los subcampeones del mundo: Francia. Pero yo le tenía fe a mi selección. Y no me defraudaron. Cuando menos lo esperaba, El Chicharito Hernandez anotó un gol, y verlo llorar por eso me conmovió hasta las lágrimas... suena cursi pero fuer verdad. Y fue ese gol el que me enamoró del fútbol porque me transmitió la actitud de una selección comprometida y capaz de hacer las cosas.

Con Uruguay no nos fue tan bien como hubiéramos querido y ni que decir del partido con Argentina, pero creo (y tal vez sea porque no se mucho de fútbol) que la selección hizo un buen papel, que no llegó al 5o partido pues no llegó, pero desde mi perspectiva siempre se mostraron como un equipo con ganas y motivación.
Con la descalificación de México pensé que mi interés en el mundial se vería reducido a la presentación de Shakira en la clausura del mismo, pero no fue así. Cada partido que veía me emocionaba más y más. Amé el 4-0 del Alemania contra Argentina; sufrí con la gente de Ganha por la manó Luis Suárez que truncó su sueño mundialista y grité el gol de Iniesta como si hubiera sido del Chicharito....
Nunca había disfrutado el fútbol hasta esta copa del mundo porque no había entendido que el fútbol es más que un deporte, es una pasión que unifica a las personas a pesar de las diferencias que puedan tener. No importa que seas rico, pobre, rey, hombre, mujer, niño, anciano, europeo, americano, asiático, africano... al final, comprendí que en un partido la gente demuestra emociones similares por su equipo. Como bien decía un comercial cervecero, EL FÚTBOL NOS UNE. Ahora no me queda más que esperar a Brasil 2014, mientras tanto iré ahorrando porque estoy seguro que vivir un mundial es más emocionante e intenso que sólo verlo.

A.