Comentarios, críticas, sugerencias y mucha opinión sobre cine, teatro, música, televisión y todos sus involucrados
domingo, 11 de julio de 2010
Del odio al amor... sólo hay un gol!!!
El mundial de Sudáfrica 2010 llegó a su fin. Para los españoles será un mundial que llevarán en su memoria por el resto de su historia... para mí también y no porque sea un mexicano wannabe español (como muchos en estos momentos) sino porque con este mundial el fútbol logró enamorarme perdidamente.
Odié el fútbol prácticamente 23 años de mi vida, lo cual no habría sido problema sino hubiera sido porque nací en una familia en la que como comercial promocional del mundial se vivía por, para y del fútbol. No había día en mi casa en la que no se sintonizara un partido de fútbol, daba lo mismo si era la liga mexicana, española o japonesa; al menos uno de los televisores de tenía que sintonizar un partido de fútbol. Invariablemente todas las conversaciones entre mis papás y mi hermano terminaban en comentarios, discusiones o narraciones de algún encuentro pambolero. Eso sin contar que mi hermano jugo añísimos y de ley los fines de semana tenía que ir a verlo jugar. Así que ya se imaginarán que para mí, cada 4 años era una tortura... el mundial, literal, se instalaba en mi casa y con mi poco amor por el deporte del balonpie pues no se podía decir que pasaba el mejor momento.
Todo eso cambió el 11 de junio de 2010. México jugaba el partido inaugural contra Sudáfrica. En mi trabajo nos reunimos para verlo en una cafetería. Toda la gente portaba orgullosamente la camiseta de la selección nacional. El primer gol fue en nuestra portería. La gente empezó a mentar madres, desilusionarse y desconfiar en la selección. Yo me divertía viendo la reacción de la gente, no entendía que sintieran tanta pasión por algo así. Y entonces llegó San Rafita Márquez y GOL! Empatamos y me emocioné. No lo podía creer, estaba emocionado por un partido de fútbol y además por un partido mediocre (según los comentaristas y algunos aficionados).
Después de esa emoción inexplicable pero agradable, decidí prepararme para el siguiente enfrentamiento de México. El partido parecía difícil ya que enfrentaríamos a los subcampeones del mundo: Francia. Pero yo le tenía fe a mi selección. Y no me defraudaron. Cuando menos lo esperaba, El Chicharito Hernandez anotó un gol, y verlo llorar por eso me conmovió hasta las lágrimas... suena cursi pero fuer verdad. Y fue ese gol el que me enamoró del fútbol porque me transmitió la actitud de una selección comprometida y capaz de hacer las cosas.
Con Uruguay no nos fue tan bien como hubiéramos querido y ni que decir del partido con Argentina, pero creo (y tal vez sea porque no se mucho de fútbol) que la selección hizo un buen papel, que no llegó al 5o partido pues no llegó, pero desde mi perspectiva siempre se mostraron como un equipo con ganas y motivación.
Con la descalificación de México pensé que mi interés en el mundial se vería reducido a la presentación de Shakira en la clausura del mismo, pero no fue así. Cada partido que veía me emocionaba más y más. Amé el 4-0 del Alemania contra Argentina; sufrí con la gente de Ganha por la manó Luis Suárez que truncó su sueño mundialista y grité el gol de Iniesta como si hubiera sido del Chicharito....
Nunca había disfrutado el fútbol hasta esta copa del mundo porque no había entendido que el fútbol es más que un deporte, es una pasión que unifica a las personas a pesar de las diferencias que puedan tener. No importa que seas rico, pobre, rey, hombre, mujer, niño, anciano, europeo, americano, asiático, africano... al final, comprendí que en un partido la gente demuestra emociones similares por su equipo. Como bien decía un comercial cervecero, EL FÚTBOL NOS UNE. Ahora no me queda más que esperar a Brasil 2014, mientras tanto iré ahorrando porque estoy seguro que vivir un mundial es más emocionante e intenso que sólo verlo.
A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario