Se que este blog normalmente está dedicado a lo más profundo del superficial mundo del espectáculo pero este 1ro de julio nos toca elegir presidente de México y creo que como jóvenes DEBEMOS hablar de este tema y sobretodo INFORMARNOS. No pretendo hacer proselitismo en este blog, porque confío en que la inteligencia de quienes me leen y estoy seguro de que razonarán su voto más allá de mis opiniones. Lo único que pretendo es informar sobre cuestiones que me parecen importantes y que no se nos explican como se debería a los jóvenes. Igual yo no lo explico de la mejor manera, igual y sí, ya ustedes me dirán.
Hoy por lo pronto quiero hablar de todas estas marchas que se han venido dando los últimos días. ¿Qué onda con ellas? Pues más allá de la aparente razón que es estar en contra de Peña Nieto lo importante de estas movilizaciones es que los jóvenes estamos alzando la voz y diciéndole a nuestros gobernantes, aspirantes a gobernantes y medios de comunicación que no somos pendejos como ellos piensan, que no creemos todo lo que nos dicen como ellos se imaginan, que sí nos interesa la vida política del país y que no vamos a quedarnos callados como lo hicieron nuestros padres, tíos, abuelos, bisabuelos, etc.
Estos movimientos estudiantiles no se veían en México desde hace 44 años, cuando en 1968 los estudiantes de la UNAM y el Poli fueron reprimidos violentamente por el ejército. Y aunque personajes como Luis Videgaray, coordinador de campaña de EPN, se atreven a insinuar públicamente que los manifestantes deben ser castigados severamente (por fa, alguien dígale al Wichito que su complejo de Díaz Ordaz no está cool) y a pesar de que en algunos estados de la república como Colima y Coahuila, las marchas en contra del aspirante a la presidencia por parte del PRI han intentado ser reprimidas con violencia, la gente está aguantando vara y manifestándose sin miedo.
¿Por qué la gente ya no tenemos miedo? Porque ya descubrimos que en el mundo existe un nuevo poder del que nosotros tenemos el control: las redes sociales. Gracias a facebook, youtube y twitter la información que las grandes televisoras nacionales deciden no transmitir llega a nosotros, la manipulación a la información por parte de los medios es obsoleta porque la verdad está en nuestras manos (o mejor dicho en nuestros iphones, ipads, bb y demás artefactos de videograbación).
Por lo anterior, es evidente que la juventud se está involucrando en la vida política del país como nunca antes lo había hecho la juventud. En México somos 23 millones de jóvenes entre 18 y 29 años registrados en el padrón electoral, lo que nos convierte en el grupo poblacional de electores más grande y por lo mismo somos nosotros quienes decidiremos quién va a gobernar México los próximos 6 años. Ahora somos nosotros los que vamos a decidir. Pero también somos nosotros los que vamos a vivir de manera más directa las consecuencias de esa decisión. Por eso marchar no es suficiente. Hay que leer las propuestas de nuestros candidatos, escucharlos, conocerlos y evaluarlos para saber quién de los candidatos propone un modelo de país que más se parezca al México que queremos vivir (y tampoco estaría de más echarnos un clavado a nuestros libros de historia para no cometer errores pasados). Pero sobretodo, hay que salir a votar sino todas estas marchas habrán sido sin sentido.
Algunos estudios realizados sobre la intención de votar en los jóvenes dicen que de los 23 millones de jóvenes que podemos votar, sólo el 75% lo haremos. Sí, ya se que el 75% es un chingo pero no es el 100% y la mayor parte de ese 75% lo conformamos los jóvenes de 25 a 29 años. Así que si me estás leyendo y tienes entre 18 y 24 años, aplícate y este 1 de julio ve a votar. Seguramente ya has usado tu IFE para entrar al antro o rentarte unas porno, ahora dale el uso que verdaderamente tiene... finalmente es tu obligación como ciudadano.
¿No nos quejamos siempre cuando se nos imponen las cosas? Pues dejemos de hacerlo y mejor actuemos, es nuestra oportunidad de ser el cambio que queremos ver en México.
Saludos,
A.
Hoy por lo pronto quiero hablar de todas estas marchas que se han venido dando los últimos días. ¿Qué onda con ellas? Pues más allá de la aparente razón que es estar en contra de Peña Nieto lo importante de estas movilizaciones es que los jóvenes estamos alzando la voz y diciéndole a nuestros gobernantes, aspirantes a gobernantes y medios de comunicación que no somos pendejos como ellos piensan, que no creemos todo lo que nos dicen como ellos se imaginan, que sí nos interesa la vida política del país y que no vamos a quedarnos callados como lo hicieron nuestros padres, tíos, abuelos, bisabuelos, etc.
Estos movimientos estudiantiles no se veían en México desde hace 44 años, cuando en 1968 los estudiantes de la UNAM y el Poli fueron reprimidos violentamente por el ejército. Y aunque personajes como Luis Videgaray, coordinador de campaña de EPN, se atreven a insinuar públicamente que los manifestantes deben ser castigados severamente (por fa, alguien dígale al Wichito que su complejo de Díaz Ordaz no está cool) y a pesar de que en algunos estados de la república como Colima y Coahuila, las marchas en contra del aspirante a la presidencia por parte del PRI han intentado ser reprimidas con violencia, la gente está aguantando vara y manifestándose sin miedo.
¿Por qué la gente ya no tenemos miedo? Porque ya descubrimos que en el mundo existe un nuevo poder del que nosotros tenemos el control: las redes sociales. Gracias a facebook, youtube y twitter la información que las grandes televisoras nacionales deciden no transmitir llega a nosotros, la manipulación a la información por parte de los medios es obsoleta porque la verdad está en nuestras manos (o mejor dicho en nuestros iphones, ipads, bb y demás artefactos de videograbación).
Por lo anterior, es evidente que la juventud se está involucrando en la vida política del país como nunca antes lo había hecho la juventud. En México somos 23 millones de jóvenes entre 18 y 29 años registrados en el padrón electoral, lo que nos convierte en el grupo poblacional de electores más grande y por lo mismo somos nosotros quienes decidiremos quién va a gobernar México los próximos 6 años. Ahora somos nosotros los que vamos a decidir. Pero también somos nosotros los que vamos a vivir de manera más directa las consecuencias de esa decisión. Por eso marchar no es suficiente. Hay que leer las propuestas de nuestros candidatos, escucharlos, conocerlos y evaluarlos para saber quién de los candidatos propone un modelo de país que más se parezca al México que queremos vivir (y tampoco estaría de más echarnos un clavado a nuestros libros de historia para no cometer errores pasados). Pero sobretodo, hay que salir a votar sino todas estas marchas habrán sido sin sentido.
Algunos estudios realizados sobre la intención de votar en los jóvenes dicen que de los 23 millones de jóvenes que podemos votar, sólo el 75% lo haremos. Sí, ya se que el 75% es un chingo pero no es el 100% y la mayor parte de ese 75% lo conformamos los jóvenes de 25 a 29 años. Así que si me estás leyendo y tienes entre 18 y 24 años, aplícate y este 1 de julio ve a votar. Seguramente ya has usado tu IFE para entrar al antro o rentarte unas porno, ahora dale el uso que verdaderamente tiene... finalmente es tu obligación como ciudadano.
¿No nos quejamos siempre cuando se nos imponen las cosas? Pues dejemos de hacerlo y mejor actuemos, es nuestra oportunidad de ser el cambio que queremos ver en México.
Saludos,
A.
Amigo exclentes palabras, reflecciones y observaciones muy objetivas, en verdad te aplaudo y apoyo tus sabias letras, salgamos a votar bajo la plataforma de nuestro razonamiento.
ResponderEliminarSaludos desde Tenanyork. julio arenas
Gracias Julio!!!!
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