Como en una entrada anterior lo dije, soy fan de Benny Ibarra desde hace más de 10 años. He estado presente en todas y cada una de sus actuaciones en el Auditorio Nacional, desde la primera en el 2002 en la que celebraba 20 años de carrera hasta su presentación de ayer con su más reciente producción La Marcha de la Vida, y puedo decir que cada vez se vuelve más grande sobre el escenario.
El concierto de "La Marcha de la Vida" fue eso, un recorrido por la historia musical de Benny y por consiguiente, por la historia de muchos de nosotros de los que sus canciones son parte fundamental del soundtrack de nuestra vida. Benny no dejó fuera ni una sola de las canciones que le han dado reconocimiento, bueno basta decir que hasta entonó la canción del comercial de Oreo para que se den cuenta de tooodo lo que cantó. Y uno como fan, agradece conciertos como este porque termina el concierto y quedas con una satisfacción completa y sin peros que valgan.
Por si esto fuera poco, Benny logró reinventar sus canciones sin hacerles perder su esencia. Los arreglos que hizo para sus melodías fueron magníficos. Supo qué canciones debían conservar su estado original, cuáles debían cambiar por completo y qué otras debían cambiar sólo un poquito. Me encanta esto de Benny porque logra hacer que sus canciones tengan un sonido diferente al de sus discos y llenarlas de energía y potencia para que uno no piense que haberse quedado en casa escuchando el disco hubiera sido lo mismo. En esta ocasión me gustaron especialmente los arreglos que hizo para Inspiración, Sutil Dolor y Sin ti.
Consiente de que tocar en el Auditorio Nacional no es algo que puedas hacer cada fin de semana, Benny logró hacer de su concierto una gran fiesta y los invitados de honor no podían faltar. Esta vez lo acompañaron en el escenario Paty Cantú, con quien interpreta una canción en el disco de ella (misma que interpretaron en vivo), su papá (Benny Ibarra papá) con quien rockeó y nos puso a bailar a todos y para cerrar con broche de oro también compartió el escenario con Celso Piña y la cumbia de "Un pedacito de ti", pero por si eso no fuera suficiente el señor Piña también tocó el acordeón en "Calaveras" mientras Lila Downs a través de la pantalla se echaba el dueto con Benny, quien demostró su humildad al darle a cada uno de sus invitados una gran importancia dentro del show.
Cada vez que he visto a Benny Ibarra en vivo salgo con una gran sensación y muchas emociones, pero ayer cruzó los límites y expandió esas sensaciones. A pesar de haber estado en el Auditorio Nacional (que para quienes no lo conocen tiene una capacidad de 10mil personas), logró hacer un show súper íntimo sin caer en lo aburrido, yo sentí como que era una reunión entre cuates y "el Benny" se dedicó a amenizarla y complacer nuestras peticiones.
Creo que en un concierto los cantantes demuestran de lo que están hechos y su calidad artística. Benny Ibarra ayer demostró que es ENORME.
Saludos,
A.